La moral y las víctimas


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Moralizar el capitalismo se ha convertido en la gran obsesión de Nicolas Sarkozy. Mientras en España el desempleo ha crecido un millón de personas en los últimos doce meses y la cifra de los cuatro millones de parados se deja ya entrever en el horizonte, cruzando los Pirineos el presidente francés sigue empeñado en reconducir con buenas intenciones una crisis que, a su juicio, es fruto último del pecado original al que se entregaron ciertos brokers y algunos promotores inmobiliarios predispuestos a robar a manos llenas más de lo recomendablemente permitido.

El mediático mandatario reiteró estos planteamientos durante la conferencia Nuevo Mundo, nuevo capitalismo que hace unos días se desarrolló en París. Lo hizo flanqueado por la canciller alemana Ángela Merkel y el ex primer ministro británico Tony Blair. Juntos encarnan una suerte de santísima trinidad del postneoliberalismo, unidos en la promoción de una especie de capitalismo del siglo XXI cuya concreción tan sólo el político británico se atreve a  desvelar en alguno de sus aspectos, el menos novedoso: olvídense del Estado del bienestar. Una perspectiva que deja a los  excluidos -a esa nueva y bien real pobreza del siglo XXI- sin más consuelo que esperar la moralización anunciada y confiar en la bienintencionada limosna de la caridad. Siempre y cuando, eso sí, renuncien a la más mínima pretensión y asuman con resignada paciencia su condición de víctimas. frb8fa1

Porque a la mano invisible del mercado parece sucederle en este nuevo ciclo económico el designio caprichoso de una misericordia selectiva. El pobre, el oprimido, el explotado debe adoptar a cambio el temblor del desamparo y  la fragilidad. Sólo entonces una legión de caritativos voluntarios se pondrá en marcha para darle de beber, saciar en algo su hambre, cubrir su desnudez o amputar sus miembros gangrenados para prolongar su vida.

La propuesta no es nueva. En realidad, las grandes multinacionales del humanitarismo la vienen imponiendo desde la guerra de Biafra de 1967 como alternativa a los desórdenes más variopintos. Las víctimas, como imperativo moral incuestionable, son lo primero. Se trata de una “exigencia moral”, como la defendida en su día por Kofi Annan desde la secretaría general de Naciones Unidas que no dudará en hacer llegar la ayuda a golpe de cañón si es preciso. Pero sólo, claro, para víctimas resignadas, sumisas, capaces de arrancar lágrimas en los horarios de prime time de los televisores. Víctimas pasivas, apolíticas y apáticas hasta de sus propias vidas, dispuestas a colmar con sus vientres hinchados y moscas en los ojos, la carencia de emociones de una audiencia rendida a la solidaridad hecha comercio con pretensión de justo, cuando no, como denuncia el congoleño Bolya Benga, mero canibalismo humanitario.

Por eso es imprescindible que por nada del mundo el damnificado ose levantar la mano para pedir la palabra. Que no se le ocurra exigir basta, que su mirada no se levante del suelo pretendiendo respeto a su dignidad. Menos aún que no se le ocurra gritar, alzar un puño, reclamar lo que es justo. Ninguna gala benéfica recaudará entonces fondos para su desdicha, ningún cantante reunirá miles de espectadores que con velitas encendidas iluminarán el auditorio de esperanza patrocinada por Coca Cola.fremez1

Porque la víctima que pierde así su pureza, resulta sospechosa, culpable de su calamidad, como bien sabe el pueblo palestino. A ellos se les deja agonizar en su pretendida soberbia, con la tranquilidad de conciencia que otorga un cohete Qassam que echarles en cara. Y por eso también mientras Sarkozy habla de moralizar el capitalismo, su ministra del Interior Michèlle Alliott-Marie se dedica a descubrir futuros insurgentes. Pobres desgraciados que no se contenten con la suerte de poder disfrutar de su desgracia.

8 comentarios sobre “La moral y las víctimas

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  1. No puede ser más completo este Post, no me he dejado ninguno de tus enlaces y me han confirmado muchas de las sospechas que sobre el uso y abuso de algunas ONG’s ya tenía…
    Mientras se siga ejercitando la caridad de una manera u otra, no se resuelven los auténticos problemas…y se siguen expoliando o permitiendo que siga dicho expolio… tanto en materias primeras, en Niños ( El arca) o incluso que se pueda, mediante algunas de estas organizaciones, seguir vendiendo armas!!!( Lo ignoraba, lo confieso…)

    Mientras no se devuelva la dignidad a pueblos enteros, haya justicia , tengan derecho a la palabra… seguiran siendo sujetos pasivos, mudos y cautivos que es el papel que parece que más les convenga para los intereses Occidentales…

    Habría mucho más para decir… Me dejé Gaza… Aquí … No allí…
    Y a Robín Hood…

    Pero no me quería enrollar…

    Un abrazo, José Manuel, y ENHORABUENA por esta Entrada!

  2. Estimada Selma:
    Gracias por compartir tus juiciosas opiniones en este modesto foro que está a este lado del Paraíso. Creo que todo esto vuelve a poner en evidencia la necesidad de que distanciarnos de esa actitud mezcla de espectáculo y sensiblería, con que los medios de comunicación moldean nuestra relación con el mundo. Por el contrario, es preciso adoptar una actitud crítica y solidaria con el entorno, que no implica una renuncia a la emoción, siempre que la entendamos, como señala hoy Goytisolo, en esa capacidad ética de ponerse en el lugar de quien sufre. Un compromiso que, por desgracia, el desbordamiento del sufrimiento que nos proyecta los grandes medios, acaba por anular.
    Un saludo

  3. La lástima y la compasión son una forma de ejercitar el poder. Gracias por tu comentario
    Un abrazo

  4. Gracias a tí, Pere, por tus palabras y por mantener abierto ese espacio de análisis sobre la ética y la estética que es Eurotopía

  5. Tenia un amigo que a eso le llamaba capitalismo misericordioso.Y para ayudar en esta idea,esta la iglesia,aquellos curas que nos decian»siempre tiene que haber ricos y pobres» o aquello»la vida cristiana es sufrimiento y perdon»y para consolarnos nos decian»sera mas dificil que un rico entre en el reino de los cielos……..» o «que sea lo que Dios quiera»cuando se hablaba de planificación familiar.
    Cuando leia tu idea,no podia dejar de acordarme del humorista Quino,en sus tiras de Mafalda,cuando susanita decia de recaudar dinero para los pobres en una cena con caviar y pavo y con el dinero recogido comprar frijoles y esas porquerias que comen los pobres.En esa hipocresia vive todavia el mundo.Un saludo Jose manuel y enhorabuena por tu articulo.

  6. El problema es que la misericordia suele ser pobre consuelo en este capitalismo realmente existente. Un saludo, Javier, y gracias por tu visita, sabes que eres bien recibido.

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